Escuchar en el Decir
Cualidades Sonoras de la Infancia
Alejandra Giacobone, Musicoterapeuta Clínica Especializada en Infancia.
Extractos del Trabajo presentado en el CONGRESO LATINOAMERICANO DE PRIMERA INFANCIA SAPI / WAIMH, Septiembre 2011, Bs.As., Argentina.
Decir
Escuchar
Materia sonora
Discurso
Las cualidades sonoras del decir de los niños, de los padres, de los terapeutas, de los maestros, de los cuidadores. ..De los otros.
Expresividad, relacionamiento y vínculo
Escuchar un decir…Dar oídos. Dar lugar. Donar escucha.
Sonoridades que discurren; modal y cualitativamente se hacen un decir en la escucha que las aloja.
Desde el vínculo temprano el lenguaje sonoro esta involucrado en intercambios subjetivantes, los constituye, los conforma.
La comunicación humana no es el resultado de un trabajo adaptativo, es el resultado de un encuentro, un recorrido de producciones cargadas de sentido y resignificadas en otra voz y en otro cuerpo.
Cuerpo como materia existencial, reservorio de emociones, masa y materia donde se inscribe la historia.
Voz como presencia y proyección del cuerpo, soporte del decir, sustancia y materia prima de la palabra.
Susurros, miradas, laleos, besos, chasquidos, abrazos, gritos, palabras, risitas, llantos, reflejos, lamentos, mimos, canciones, caricias….
Trama de decires.
SITUAR Y CONTEXTUAR
La idea de redes amplía, extiende y promueve el interdisciplinar como esencia y presencia en retaguardia de todo abordaje, donde se hace posible una clínica contorneada en la especificidad y retomada (resignificada) en el trabajo conjunto. Diferenciando para poder integrar, escuchando para conocer y alojando para incluir.
Me parece imprescindible, entonces, SITUAR al menos dos posiciones primordiales desde donde voy a desarrollar la exposición:
- Un modo complejo de pensar la experiencia humana. Tomando las ideas de Edgard Morin en la epistemología de la complejidad, y el concepto de articulación tanto para el dialogar en red (en el sentido de articular las disciplinas), como para el escuchar clínico.
“La interdisciplinariedad puede significar simplemente la reunión de diferentes disciplinas para afirmar cada una sus propios derechos y soberanías con relación a las usurpaciones del vecino……pero puede también querer decir intercambio y cooperación y así devenir en algo orgánico”.[1]
- La noción de multidimensionalidad, una nueva manera de concebir los vínculos. En términos de Denisse Najmanovich, el gestar nuevas configuraciones relacionales y tramas de sentido al mismo tiempo delicadas y potentes.
“El juego de los vínculos consiste en crear forma, en hacer existir sin congelar”[2]
Situados epistemológicamente, continuaremos CONTEXTUANDO el campo disciplinar desde el que desarrollaré la exposición:
MUSICOTERAPIA:
- DISCIPLINA PROFESIONALIZADA
- PRACTICA (CIENTIFICA) CONCEPTUALIZADA
- ESPECIFICIDAD Y ESPECIALIZACION
- ESCUCHA TRABAJADA
- PERSPECTIVA MODAL Y CUALITATIVA
Con Escuchar en el Decir me refiero a un posicionamiento clínico y conceptual que se ubica en una disciplina y en una profesión.
Me voy a detener aquí porque es uno de los núcleos para la comprensión:
Voy a hablar (y a conceptualizar experiencias practicas) desde la MUSICOTERAPIA como disciplina profesionalizada. Digo esto, porque es este recorrido, como profesional musicoterapeuta en el abordaje de niños pequeños, un trayecto peculiar en la compleja trama del interdisciplinar en redes de clínicos de niños de otras disciplinas y profesiones.
Este punto ha sido determinante en mi carrera, considerando la representación social que el nombre de la disciplina acarrea.
En este país la Musicoterapia es una profesión de la salud con status académico universitario desde el año 1966. Esto significa que los Musicoterapeutas no son ni médicos, ni psicólogos, ni psicopedagogos, ni fonoaudiólogos, ni profesores de música, ni artistas… Entonces, ser musicoterapeuta implica ser un profesional de la salud y por ende ubicarse en una especificidad y construir una especialización.
La historia de la disciplina, la trayectoria de la profesión, y el posicionamiento personal en ese contexto, permiten hablar, hacer y escuchar desde un posicionamiento que de ninguna manera será el de todos los musicoterapeutas, sino solo el de algunos. (Como en todos los campos disciplinares que se profesionalizan)
MUSICOTERAPIA EN LA INFANCIA y TRABAJO EN RED
Del paradigma rehabilitador al de la atención temprana.
Hablar hoy de Musicoterapia en la infancia supone un armado resultante de una historia, que involucra tanto los recorridos disciplinares, profesionales y laborales, como el mismo proceso de transformación en la concepción de los problemas de la infancia y sus abordajes. De las patologías y de los diagnósticos infantiles. De la comprensión de los clínicos acerca del padecimiento de los niños.
Dicho esto, es importante aclarar entonces que el origen de la musicoterapia en la infancia como dispositivo y como conceptualización, es inicialmente terapéutico, ubicado en el ámbito de la rehabilitación (y su subalterno modelo estimulador). La introducción[3] de los profesionales MT en equipos rehabilitadores, abre el camino siendo casi los primeros profesionales de la salud mental que ingresan en esos ámbitos de trabajo con niños muy pequeños, hasta el momento terreno exclusivo de los rehabilitadores.[4]
A fines de los 70, principios de los 80… ¿Dónde estaban los bebes y los niños pequeños con problemas? En el ámbito de la rehabilitación y de la organicidad.
Esta introducción de los musicoterapeutas en ese ámbito, permitió que algunos comenzáramos un camino de abordaje en infancia mas que en niñez, y ese camino fue trazando un pasaje de la actividad terapéutica a la tarea clínica, la conceptualización de la practica, la construcción de un cuerpo teórico, el intercambio teórico con otras disciplinas, la articulación conceptual, y así ir construyendo un saber sobre la infancia.
La historia disciplinar revela un proceso de cambio paradigmático
desde una Musicoterapia definida por la patología (perturbación neurológica, motora, mental) y condicionada por el campo de trabajo (Rehabilitación, salud Mental), a una Musicoterapia Clínica en la Infancia determinada por el abordaje de los niños desde una escucha de las producciones expresivas que dan cuenta de su singularidad
No fue sencillo ir instalando en el contexto musicoterapéutico, una clínica de la infancia referenciada en la salud mental y no determinada por el ámbito rehabilitador.
Guiados por la escucha trabajada[5] como seña particular, y no por el “sonido” como elemento singularizarte del dispositivo, se construye paulatinamente un saber acerca de los procesos sanos.
LA CLAVE NO ESTA EN EL SONIDO SINO EN LA ESCUCHA
ENTRE EL CUERPO Y LA PALABRA MULTIPLES LENGUAJES TEJEN ENLACES.
Escuchar en el decir NO ES una traducción.
¿Es el lenguaje verbal lo que en el cuerpo hace marca, lo que del cuerpo se lanza hacia los otros al devenir sujeto?
¿Es el lenguaje solo verbal?
¿Es la palabra el único destino del vocalizar?
¿Es el gesto solo la expresividad facial? (en el dar cuenta del animo, de las emociones…..)
¿Estamos hechos de cuerpo y palabras?
Ya sabemos que no somos solo unidades biológicas, que somos algo más que un conjunto de órganos en un sistema funcional complejo. Que no alcanza con aceptar la existencia de las funciones cerebrales superiores para entender porque somos personas, que nos hace humanos, sujetos humanos.
Y resulta que el sabernos integrantes privilegiados del mundo simbólico y poseedores del recurso del lenguaje verbal como máximo exponente de nuestra superioridad como especie, tampoco nos explica totalmente los asuntos del ser…y del padecer.
Entonces es posible pensar que lo modal y lo cualitativo del cuerpo, su trato, su expresividad, habilita u obstruye la marca que permite la falta o la hendidura que la palabra ocupa para devenir sujeto.
Es aquí donde, dejando fluir el pensamiento, me gustaría, si me permiten, hablar de sonoridades, huellas y escucha. Pensando que quizá sea entre el cuerpo y la palabra que la escucha (trabajada) enlaza lo modal y lo cualitativo de la sonoridad del decir.
Sin alejarme de la idea central de esta exposición, la de aporte interdisciplinar (como aportada y aportante) paso de esta acotada reflexión, a la idea que nos importa en el intercambio, en la red contextual; el aporte que desde este posicionamiento musicoterapeutico elegimos hacer y desde el que nos abrimos a recibir, repensar, reproblematizar con otros.
Si la clave esta en la escucha, no se trata de oír, se trata de escuchar las cualidades de la materia sonora jugada en el decir.
El APORTE que podemos hacer entonces, es el de un escuchar que es un “ir al encuentro”, un trazado de un trayecto que deja huella…un discurrir con mojones.
La especificidad de este escuchar es el ir al encuentro de un material, que analizado modal y cualitativamente, promueve un enlace entre los discursos del cuerpo y la palabra escuchado en el decir (del paciente, de sus referentes…del terapeuta que sobre el dice, de la historia clínica que acerca de el dice…)
En ese decir algo pasa de ser oído a ser escuchado.
Superando el antiguo y disociado concepto de triada lingüística comunicante: lo verbal, lo sonoro y lo corporal, como así también la vieja distinción entre habla, lengua y lenguaje,[6] es posible ubicarnos en otra perspectiva, mas integradora y compleja, desde donde escuchar y construir practicas posibles en la infancia.
Podríamos decir que nos configuramos sujetos tanto en el contacto, como en la mirada como en la escucha del otro, la envoltura es tan sustancial como sutil, el espejamiento es tan visual como auditivo, simultaneo, complementario e indisoluble.
Aportamos esta idea de escucha que venimos desarrollando, para ubicar lo escuchable mucho mas allá de lo audible. Y aquí es importante distinguir el decir escuchable del contenido semántico de la forma sonora que pueda significar “palabra”.
VIÑETA CLINICA – “M”
MXXXXX: niña de 3 años de edad cronológica con diagnóstico de Síndrome de Down, y un año de tratamiento musicoterapéutico al momento de la grabación.
Abordaje estimulador en el contexto rehabilitador desde los 6 meses a los 24 meses.
Abordaje en Red, Musicoterapia y Psicomotricidad desde los 2 años.
FRAGMENTO EN AUDIO: Duración 00.45 segundos
Se aprecian dos partes. Una primera integrada por cuatro grupos y una segunda, claramente dialógica en la que prevalece el juego sonoro.
Primera Parte:
Un primer grupo constituido por una forma rítmico melódica con acompañamiento, que remite a la canción del botón (asociación por connotación), expresada con la silaba PA en la voz del terapeuta y que se caracteriza por una forma rondó (repetición de un tema que empieza y vuelve a empezar). La cualidad de este primer grupo es la ALTERNANCIA entre la producción del terapeuta y la respiración de la niña en lo que podríamos ubicar como su turno en la conversación o su aparición a partir de la base sonora que le ofrece la terapeuta.
Un segundo grupo donde en la continuidad de la forma rítmico melódica propuesta, la niña se acopla rítmicamente con la silaba MA, en SIMULTANEIDAD con la terapeuta.
En el tercer grupo la terapeuta retoma la canción y la niña descansa, respira de modo audible, alternando como en el primer grupo.
En el cuarto grupo, abre con una isocronia rítmica[7] : “AYTA” y se introduce la percusión que evidencia un mayor involucramiento corporal en el discurso sonoro del intercambio entre ambas.
Segunda Parte:
Se aprecia una huella rítmica, es parecido a la canción pero no es. Hay cambios tímbricos producidos por el intercambio expresivo, cambios de intensidad y el mayor involucramiento corporal que se percibe en el cuerpo de la voz de la niña.
El intercambio expresivo sintonizado permite escuchar el entonamiento afectivo y la escena mutuamente gratificante en el juego sonoro.
VIÑETA CLINICA – “A”
AXXXXXX: niño de 4 años de edad cronológica con diagnostico de TGD – TEA Leve, y seis meses de tratamiento musicoterapéutico al momento de la grabación.
Tratamiento logopédico hasta los 2 años y medio.
Tratamiento método ABBA desde los 3 años de edad.
Abordaje en Psicomotricidad orientación atención temprana del desarrollo.
Equinoterapia.
Escolaridad común con proyecto integrador y acompañante permanente, orientación cognitivo conductual.
FRAGMENTO EN AUDIO: Duración 4 minutos.
Se aprecian dos partes, una primera integrada por tres elementos que podríamos nombrar como A B C, y una segunda parte que se inicia con la intervención de la musicoterapeuta que opera como desencadenante explosivo en la producción del niño.
Primera Parte:
En el primer elemento A se capta una formula repetitiva integrada por una célula rítmico melódica, acentuada al inicio, y que evidencia una producción expresiva tensa, caracterizada por la regularidad, la densidad cronométrica[8] y la reiteración.
En el segundo elemento B, se percibe una disolución de lo anterior, un cambio tímbrico, baja el registro y se torna más grave, captándose una condensación expresiva apagada.
En el elemento C se produce una desregulación que cadencialmente se dirige a la segunda parte que se inicia con mi introducción retomando la célula que el presenta desde el inicio.
Intervengo usando su forma, en una polifonía. El retoma caracteres fuertes de A, varia la intensidad, cambia la acentuación y se produce una afirmación de su decir.
La no aceptación de mi participación va en increscendo, aumenta.
Grita: “NO SABE CANTAR” y ante mi pregunta “¿QUIEN SABE CANTAR?” responde con un decir conformado por su tema. No usa el lenguaje verbal para responderme, usa la célula rítmica melódica propia con variaciones de intensidad.
Aumenta la tensión, y mi insistencia por participar producen un grito mayor: “ALTO! NO SABE CANTAR”. En el que se lo percibe muy enojado.
Le afirmo verbalmente. “A….. SABE CANTAR” ofreciéndole un reconocimiento de lugar, un espacio tiempo que le pertenece.
Paso a utilizar fuentes y me silencio vocalmente escuchando-aceptando su enojo, sosteniendo una presencia de base. Re-presento rítmicamente su forma en el parche, el escucha, disminuye la tensión, y entonces interviene con una vibración labial, se intercala con una iteración que significa un cambio en las cualidades de la materia sonora del discurso en el intercambio.
Se silencia.
Yo cierro el fragmento retomando su célula, su forma, con mi voz y mi cuerpo en la producción percusiva.
Con la intención de ofrecerle una presencia escuchante, acompañante y aceptadora. Reconociéndolo en su decir.
FINALIZANDO
Recordando que la Primera Infancia es un área con múltiples saberes específicos, y que se trata de un periodo sensible y determinante en el desarrollo integral de los individuos: concluiremos en que el sujeto solo adviene como tal en la trama relacional, adviene y deviene en el intercambio.
Las cualidades sonoras de la infancia son las cualidades sonoras de los intercambios fundantes, donde jugar con los significantes permite ganar en relación.
El aporte de hoy podría resumirse en que la escucha se torna subjetivante cuando al ubicar al niño en un decir hace del decir un lenguaje.
Profundamente agradecida por esta oportunidad de compartir pensamientos y experiencias, quiero finalizar comentando que una de las expectativas disciplinares es también la de aportar una escucha que pueda ampliar los recursos valorativos de las pesquisas y protocolos del campo preventivo primario, secundario y terciario, promoviendo la detección de elementos sonoros expresivos en contexto relacional.
ANEXO 1: LA ESCUCHA TRABAJADA
La expresión escucha trabajada en la clínica musicoterapéutica es una noción trabajada por Elcira Belloc en sus espacios de formación.
Es oportuno entonces, ampliar un poco el concepto a fin de facilitar la comprensión del auditorio sobre la modalidad de la muestra sonora en una presentación científica. Especialmente porque dicha muestra es un audio que no se acompaña de su imagen visual, no es un video con sonido, a lo cual posiblemente estemos más acostumbrados. Se trata de un fragmento sonoro extraído de una escena clínica grabada durante una sesión de musicoterapia.
Dice Elcira Belloc: “El ser humano produce, escucha, da sentido, transforma, pone en movimiento el sonido. Algo de su lugar en el mundo, de su relación con los otros se pone en escena en toda producción.
El lugar del Musicoterapeuta es ofrecer las condiciones necesarias para iniciar, continuar, sostener una producción creativa del paciente en el proceso de construcción de sí mismo. Si las acciones del paciente van tomando sentido simbólico él podrá ubicarse como sujeto. Protagonista de hacer y decir, historiador de su propia producción. Las intervenciones se orientan a ubicar estas propias producciones en una escena lúdica para que se deslicen diversidad de sentidos posibles”
Y continúa mencionando que “escuchar es inseparable de hacerse escuchar”
Para comprender el sentido de la escucha propuesta, realizaremos un comentario sobre la acusmatica. Según Pierre Schaeffer: “aquello que se oye sin ver las fuentes de donde proviene”
El término acusmática remonta a Pitágoras y a su forma de enseñar la filosofía, detrás de un cortinado. De esa manera sus discípulos no podían verlo y se concentraban más fácilmente en su discurso. La experiencia muestra que la percepción del sonido está a menudo dominada por el aspecto visual de una representación musical. Liberándose de ello, la audición acusmática permite desarrollar imágenes abstractas en nuestra imaginación. La experiencia acusmática es eso que habitualmente hacemos: reconocer sonidos donde la causa es invisible.
A continuación se transcribe una selección de extractos de la conferencia de E.Belloc en el Hospital de Niños Gutiérrez, año 2009, done plantea “la situación acusmática, la escucha reducida y el objeto sonoro” como su posicionamiento teórico en la práctica musicoterapéutica “.
“La escucha acusmática se diferencia de la escucha directa que es la situación natural donde las fuentes de los sonidos están presentes y visibles. La situación acusmática renueva el escuchar, aislando el sonido del complejo audiovisual crea condiciones favorables para una escucha reducida que se interesa por el sonido en sí mismo u objeto sonoro independientemente de causas y sentidos.”
“El acto de hacer abstracción de nuestras experiencias habituales en la escucha, es un acto voluntario y artificial que nos permite elucidar un gran número de fenómenos implícitos de nuestra percepción. “
“La escucha reducida es así nombrada en referencia a la reducción fenomenológica. Disociación de la vista y del oído favoreciendo la escucha de las formas sonoras por ellas mismas. Pone en evidencia, por la escucha repetida de un mismo fragmento sonoro grabado, las variaciones de la escucha. Variaciones que aclaran y revelan cada vez un nuevo aspecto del objeto hacia el que nuestra atención queda deliberada o inconscientemente atrapada. Es allí donde, en situación acusmática, el objeto sonoro se nos revela como fenómeno y acontecimiento sonoro percibido como un conjunto, como un todo coherente y escuchado en una escucha reducida que lo propone por el mismo, independientemente de su proveniencia real o supuesta y de su significación, del sentido que él puede portar.”
Podríamos considerar a esto que venimos comentando, como un procedimiento que nos permite introducirnos en la trama del discurso.
El entrenamiento supervisado en este procedimiento, va haciendo huella en la persona del terapeuta, contribuyendo en su formación y funcionando como modalidad de su escucha durante el transcurso de cada sesión y las producciones discursivas jugadas en la escena clínica.
BIBLIOGRAFIA
BELLOC, E (2009) Conferencia, IV JORNADA DE MUSICOTERAPIA Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Buenos Aires.
BOWLBY, J. (1988).Una Base Segura. Aplicaciones Clínicas de una teoría del Apego”. Buenos Aires: Paidós.
GIACOBONE, A (2008), “Musicoterapia clínica en Atención Temprana del Desarrollo Infantil” Capitulo IV, Parte III, Diagnostico y Abordaje musicoterapeutico en la Infancia y la Niñez, GAUNA y colaboradores., Buenos Aires, Ed. Koyatun,
GIACOBONE, A, (2005 / 2010) Apuntes de Cátedra: “Discapacidad”, “Equipos de Rehabilitación Pediátrica”, “Atención temprana Musicoterapeutica”, “Clínica de bebés y niños pequeños”, Bibliografía Obligatoria, Materia Musicoterapia en perturbaciones neurológicas y motoras, UAI, Buenos Aires.
HOFFMANN, M. (2006). Los Árboles no crecen tirando de las hojas. Buenos Aires: Del Nuevo Extremo. [Primera edición, 2003].
NACIONAL CENTER FOR CLINICAL INFANT PROGRAMS. (1998).Clasificación Diagnostica: 0-3años. Clasificación diagnostica de la salud mental y los desordenes en el desarrollo de la infancia y la niñez temprana. Buenos Aires .Paidós.
NAJMANOVICH, D, (2005/2011) “El juego de los Vínculos”, Colección Sin Fronteras, Ed. Biblos, Buenos Aires.
MORIN, E. (1998). Articular los Saberes. Capitulo Articular las disciplinas. Buenos Aires, Ediciones Universidad del Salvador
MORIN, E, (1990) “Introducción al pensamiento complejo”, Ed. Gedisa, Buenos Aires
REAL PATRONATO DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN A PERSONAS CON MINUSVALÍA. (2000). Libro Blanco de la Atención Temprana. Centro Español de Documentación sobre Discapacidad, Madrid, España.
STERN, D. (1991). El Mundo Interpersonal del Infante. Una perspectiva desde el psicoanálisis y la psicología evolutiva. Buenos Aires: Paidós.
[1] Morin, E op.cit.
[2] D.Najmanovich, El Juego de los vínculos
[3] Antiguamente se nombraba como “inserción”, termino felizmente reemplazado por inclusión.
[4] Fue un largo proceso el de la inclusión de Psicólogos que inicialmente solo trabajaban con lo padres y el de los Psicopedagogos que inicialmente solo se ocupaban de la escolaridad de los niños del contexto. Fue el ejercicio del interdisciplinar práctica y conceptualmente, lo que fue dando lugar a una amplitud comprometida de las prácticas en el contexto.
[5] La expresión escucha trabajada en la clínica musicoterapéutica es una noción trabajada por Elcira Belloc en sus espacios de formación.
[6] No por descartables, de ninguna manera, sino por la existencia de renovadas conceptualizaciones al respecto.
[7] Unidad Rítmica de igual duración y estructura rítmica.
[8] Cualidad de la percepción de la relación entre materia sonora y tiempo.